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Galil, el Israelita más Colombiano

La semana anterior se llevó a cabo en la ciudad de Cartagena, la reunión bianual GOCA  (Global Offset and Countertrade Association) en la que se presentaron experiencias exitosas de transferencia tecnológica que han realizado entidades del sector defensa colombiano en procura de su fortalecimiento.

Uno de los casos exitosos presentados por el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón Bello, anfitrión del evento, fue el convenio de transferencia tecnológica desarrollado entre  la Industria Militar-INDUMIL y  la Industria Militar Israelí-IWI.

A continuación conozca el artículo de prensa oficial que da a conocer detalladamente cómo se ha desarrollado este convenio.

Bogotá, D.C. Una de las herramientas que más ha servido en la lucha contra el terrorismo en Colombia tiene espíritu y ‘genética’ israelí, pero está hecho con mano de obra y material ciento por ciento colombiano.

Es el fusil de asalto Galil, un arma creada por Israel y cuyo primer modelo de construcción y diseño llegó al país en 1998. Los ingenieros que construyeron y crearon las primeras partes del arma en Colombia, siguieron las indicaciones que entregaron los expertos israelitas que visitaron el país en esa época.

Sin embargo, hace cinco años, los ingenieros de la Industria Militar Colombiana (Indumil), empresa encargada de fabricar los fusiles, comenzaron a buscar la forma de convertir el modelo AR –el primero–  en un arma más precisa y liviana contra los grupos irregulares que delinquían en el país en aquel entonces.

Los avances desarrollados con tecnología e innovación colombiana fueron presentados al gobierno israelí, el cual exaltó el trabajo realizado por Indumil, autorizó la trasformación del fusil y se convirtió en el más grande comprador de piezas colombianas Galil desde hace 10 años.

Las mejoras tecnológicas actuales del arma ya llegaron a modificar el 45 por ciento del total de las partes del arma (43 de 96), siendo el receptor la pieza de mejor trabajo y cuyas diferencias con su primera versión son más notorias.

Esta clase de trasformaciones a patentes o productos realizados en otros países ha sido posible por los convenios y permisos que en transferencia de tecnología y conocimiento permiten los proyectos Offset, una estrategia internacional de cooperación industrial y social que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas han implementado en busca de beneficios en defensa y seguridad para Colombia.

De hecho, durante años Indumil no solo ha tenido que avanzar en la adquisición de armamento sofisticado para los cerca de 500 mil uniformados que hoy integran la Fuerza Pública; también ha tenido que consolidar un proceso de modernización con países como Israel y Estados Unidos, para no sucumbir ante la amenaza de los grupos terroristas, narcotraficantes y bandas criminales.

De 2008 a la fecha, el Ministerio de Defensa Nacional ha logrado concretar 49 Offsets, entre los que se destaca la creación del Centro de Simulación de Vuelo H-60L, Sikorsky; la modernización de aeronaves T27  con la empresa Embraer; el establecimiento de Simulación Avanzada y Tecnologías de Entrenamiento (Simigon), y las mejoras a los fusiles israelíes de asalto Galil.

El Galil es la patente en armas más desarrollada que ha tenido la industria militar colombiana en sus últimos 16 años. Son cerca de 25 ingenieros especializados y mil operarios los que se dedican en Indumil a la producción y mejoramiento de fusiles para las Fuerzas Armadas nacionales y extranjeras.

De hecho, en todo este tiempo, los tres modelos colombianos de Galil (Ace 21, Ace 22 y Ace 23) han permitido mejorar no solo la precisión de tiro y peso, también el diseño y la comodidad para el tirador.

El análisis incluye un intercambio constante de información con algunas unidades del Ejército que utilizan a diario el arma, militares que expresan sus experiencias con el fusil. Es así como el equipo de Indumil ha logrado perfeccionar y presentar los tres modelos diferentes y mejorados del Galil.

Desarrollo nacional

El Galil colombiano pesa mil gramos menos que el original AR Israelí (3,9 kilos): reemplazó por plástico 12 piezas de acero y rediseñó 31 más para aumentar la precisión. Además,  su nueva forma lo hace más ergonómico gracias a un cañón más corto: una culata de seis posiciones y un dispositivo que facilita la ubicación de miras nocturnas con tecnología de punta.

Según Henry Ovalle, jefe de mantenimiento y ensamble de Indumil, al mes se fabrican entre 800 y 1.000 fusiles Galil Ace 21, Ace 22 y Ace 23  para las Fuerzas Armadas colombianas e israelíes, principalmente.

“Los fusiles que fabricamos acá son un 50 por ciento mejores que el AR”, dijo Ovalle, quien se encarga de supervisar el control de calidad de los kit de piezas que se exportan a los judíos.

Además del Galil Ace 21, 22 y 23, Indumil cuenta con otro proyecto offset de gran relevancia: el laboratorio móvil de pruebas balísticas, donde se le realiza un examen detallado a todo el armamento antes de ser entregado para su uso.

El coronel (r) Luis Carlos Perdomo Vidales, director de la fábrica de armas y municiones de Indumil, calificó como un “caso de éxito” la elaboración en Colombia de los Galil, procedimiento que en octubre de este año será un 30 por ciento más rápido con la entrada en funcionamiento de nueve Centros Numéricos Computarizados (CNP).

“Colombia es el caso más exitoso en la fabricación del Galil, somos un laboratorio de mejoramiento (…) hace muchos años la confección del armamento era un tema artesanal, pero hoy Indumil está pasando de la artesanía a la ingeniería. Los CNP son máquinas de mecanizado con tecnología computarizada que mejoran la calidad del producto”, puntualizó Perdomo.

Fuente: Comunicaciones Sectorial MDN

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